El autor, su obra y el contacto con el público
Si haz tenido la oportunidad de coincidir en alguna feria del libro independiente, en la que el mismo autor esté ofreciendo su obra, créeme, haz sido testigo de algo muy cercano a un milagro, no solo por lo complicada que pueda llegar a ser la realización de un libro, sino, qué su mismo autor te lo muestre, te hable de él, sus causas, sus motivos, ¡Ésa oportunidad! Es maravillosa.
A lo largo de éstos años. he tenido la fortuna de poder difundir mi obra en los más diversos lugares, desde una feria anarquista en el corazón del centro de Lima, hasta exponerlo en el Centro Cultural de España, pasando por universidades, colegios, ferias cartoneras y los más diversos lugares improvisados más por el corazón, que la razón.
Recuerdo con mucho cariño una de las primeras ferias en las que participé, ¡Fue genial! Porque a cada persona que se me acercaba a preguntar sobre mi obra, se la explicaba con detalle, despertando así su curiosidad, desde niños con sus padres, jóvenes, adultos o hasta personas ya mayores, para todos ellos había un mensaje especial en mi libro.
Por ejemplo, a los niños les mostraba mi poema en Braille y ellos, la gran mayoría, nunca habían conocido o visto un texto en ése sistema, entonces les explicaba, les cuestionaba la idea de ¿Cómo se sentirían ellos si no pudieran ver?, ellos se sorprendían y sobre todo, lo que me gustaba, entraban en reflexión, es ahí iniciaban un proceso de empatía con aquellas personas que no podían ver, les hablaba un poco de su comunidad y lo que tienen que afrontar, etc. Eran como unas mini clases, un niño llamaba a otro, o su amiguito lo veía y se acercaba, en un par de minutos, tenía a 8 niños rodeando mi stand y yo ahí, haciendo las veces de profesor. 🙂
Luego, les hablaba un poquito, sobre las personas que no podían hablar y les mostraba mi poema que utilizaba el efecto de animación kinetic art (colin ord), ellos se sorprendían mucho más, al ver como unos puntos sobre el papel, cobraban vida, se movían y «les hablaban». Su sola sonrísa, ya pagaba todos mis esfuerzos.
Una vez, una señora se acercó a mi stand, justo después de que unos reporteros de ATV, me entrevistaran. Estaba muy emocionado, con el corazón a tope, sentía que debía entregar más de mí a todo aquél que se me acercara, en eso, aquella señora pregunta por mi libro, yo aún emocionado, se lo explico, ella pregunta más, y yo le explico más, ella sigue preguntando y yo no reparo en contarle los detalles, motivos, orígenes, causas y fines del libro, llegué a un punto de tal emoción en mi explicación, porque mi cuerpo sentía que todo lo que salía de mi boca, era felicidad, era una forma de abrazarme a mi mismo con cada palabra, mientras veía en los ojos de ella, como su mirada se llenaba de esperanza, fue hermoso, tal fue mi emoción al narrar todo el proceso, que sin poder controlarme, unas lagrimas empezaron a salir, mi mente me decía «está bien», mi corazón me decía «gracias», todo en mi era gratitud. La señora algo alarmada me pregunta, «¿Estás bien?» y yo, continuando con mi explicación, asiento con la cabeza y continúo, luego de unas diez palabras le digo, que no se alarme, que éstas lagrimas que ve, ¡Son de felicidad!, ella sonríe conmigo y continuamos platicando, ya más tranquilos.
Esa fue, queridos amigos, una de las experiencias más hermosas que me ha tocado vivir participando en una feria, por eso, si tienen la oportunidad de coincidir en alguna, en la que el propio autor esté difundiendo la suya, no duden en preguntarle más, estoy seguro que recibirán, algo más, que un bonito mensaje, recibirán el alma misma del autor.
