Muchas veces, cuando estamos deprimidos, llegamos un punto en el que parece imposible sentirse peor, peor a veces, esto sucede y no sabemos como reaccionar frente a esta situación, algunos optan por «dejarse ir», otros «no hacer nada» y quizá, aquellos que ya no tienen otra opción más que sentirse mejor, ya que estar peor, es imposible.

Necesitamos un punto de ancla para empezar nuestro proceso de resiliencia, algunos lo encuentran en el respaldo de su familia o seres queridos, quizá otros en el proceso de una terapia profesional, esto último sería lo ideal, pero en la realidad, quizá sea nuestra última opción.

Una madrugada, mientras ideaba la maquetación de «Bitácora de los Sentidos», una notificación en instagram me llamó la atención, se trataba de una conferencia de un doctor que hablaba del mindfulness (atención plena), se trata de un método de meditación que nos ayuda entrar en equilibrio con nosotros mismos, luego, motivado por la curiosidad de este termino, lo busqué en google, el cual me derivó a wikipedia, el cual lo conectaba con la palabra de «Serendipia», la cual a su vez te dirigía al camino de la iluminación del «Buda», en la que se menciona una de las «nobles verdades» consistente en «Los 3 fuegos del sufrimiento humano», los cuales son:

Apego, odio e ignorancia.

Con asombro y satisfacción, descubrí que había hecho ése mismo proceso con:
Frente al apego emocional, entonces un viaje en solitario.
Frente a la ignorancia, cultivar el arte de lo hecho a mano con la elaboración de Bitácora.
Frente al odio, creé el colectivo Allinyay, el cual busca ayudar a otras personas a salir de la depresión.

Maravillado por el descubrimiento, lo conecté con una charla TED que vi hace unos meses, en la que hablaban sobre el ciclo de superación de adicciones.

Conjugando todo lo anterior diseñé un proceso para poder lograr un estado de resiliencia emocional, que armoniza arte, solidaridad y tecnología mediante la creación de una página web y una app que ayude a geolocalizar personas dispuestas a ayudarnos.